Ni más, ni menos… ¡iguales!

Esta frase forma parte del gran legado de María Elena Chapa; una mujer que dedicó su energía, su brillante intelecto y toda su vida a la defensa y rescate de los derechos de las mujeres, no sólo en el ámbito familiar, sino también en el laboral, legal y político.

El rostro de María Elena puso siempre en alto a México ante distintos organismos nacionales e internacionales, gracias a su lucha por la igualdad y su destacada labor en favor de las mexicanas. Su nombre está en letras de oro en el Senado de la República.

Incansable defensora de la equidad, la paridad y los derechos humanos, fue una mujer que se forjó en la búsqueda de las libertades civiles, que defendió hasta su último aliento los derechos de las mujeres y, en general, de los grupos de población en condiciones vulnerables.

En reconocimiento a su generosidad, enseñanzas y sabiduría, nos corresponde asegurar que la tarea que ella inició perdure; que las mujeres y niñas del país no demos ni un paso atrás en el ejercicio de nuestros derechos y que, juntos, sigamos construyendo una comunidad con oportunidades para todos.

María Elena Chapa recibió en vida numerosos premios y distinciones; sin embargo, es tanto lo que -como sociedad- le debemos, que la mejor manera de honrar su memoria será preservar su legado.

Gracias a ella estamos por concluir la primera legislatura paritaria en Nuevo León. Por ella, también, existe una nueva generación de mujeres que, siguiendo su ejemplo y desde diferentes trincheras, estamos dispuestas a derribar barreras y sobrepasar el llamado “techo de cristal”.

Nuevo León y México han perdido a una gran mujer, a una destacada política, a una brillante maestra. Pero nos legó su trabajo, e incontables trazos de esa gran sabiduría que la definió, junto con su sensibilidad, su fortaleza y la lealtad a sus principios.

Honrar la memoria de María Elena con un minuto de silencio no es suficiente. Hagámoslo como ella lo hubiese querido: dedicando nuestro esfuerzo a continuar su lucha y a forjar una sociedad en la que todas y todos tengamos acceso a las mismas oportunidades, los mismos derechos, las mismas prerrogativas.

Gracias por tu entrega, pasión y congruencia.

Descansa en paz Mtra. María Elena Chapa Hernández.

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